La vida y muerte de una banda porno


Por Alex Juárez.

¿Cuáles son las circunstancias o los mecanismos que hacen a una persona rebasar su código moral dentro de un esquema que ha sido aprendido dentro de la familia e impuesto por la sociedad? Mejor aún. ¿Debe emitirse juicio alguno por la transgresión de los convencionalismos sociales?
Antes de responder a estas preguntas leamos lo siguiente. 

Marko (Mihajlo Z. Jovanovic) es un egresado de la escuela de cine Serbia en 1994, con treinta años en su haber el destino (o mejor dicho, las condiciones políticas y económicas de su país) le ha negado la posibilidad de levantar uno de sus proyectos más anhelados: hacer una película.

Con un padre empresario, una madre dedicada al hogar y una hermana con un futuro promisorio, Marko vive un romance (en momentos fácil y en otros insoportable) con su novia Tanja (desde hace 6 años) una aspirante a actriz que está en el medio, pero sin tener el carácter para ello.

Marko dirige comerciales junto con Tanja pero no es algo que lo satisface, odia la mercadotecnia y todo el ámbito publicitario. Acto seguido, decide hacer un documental sobre la vida de un muchacho que hace un documental, es decir, de él mismo. Sabe que su padre no le dará dinero para armar su trabajo, pero tiene un amigo de la juventud que se dedica al mundo del cine, quien podría ayudarlo. Marko se dirige con este productor quien le hace ver lo que en realidad el medio necesita, cortando de tajo las aspiraciones del incipiente director cuya propuesta es más ambiciosa, contestataria y provocadora pero que tristemente no verá luz dentro del mundo del celuloide.

Marko rompe con su novia.

Pero no todo está perdido, es 1998 y Marko conoce a Cane (Srdan Miletic) productor independiente de cine porno, quien ve en el muchacho algo que podría servirle y lo invita a trabajar con él.

Marko piensa que trabajando con Cane puede dar cauce a sus inquietudes artísticas y de hecho lo consigue; escribe, produce y dirige con los recursos de su jefe, la historia de un campesino que insemina su tierra de labor y cosecha una extraña planta cuyos atributos son adictivos y convierte a sus consumidores en zombies. A Cane no le interesa la idea y Marko decide abandonar a su productor, no sin antes tomar dinero sin su autorización para levantar su proyecto.

En una puesta en escena Marko conoce a Una (Ana Acimovic) actriz de teatro (con 31 años de edad, autodenominada frustrada profesionalmente y en busca de un cambio radical en su vida) de quien se enamora inmediatamente. Él la invita a participar en un proyecto que trae en mente: teatro porno con una temática social y política de actualidad. Lo presentan en Belgrado, fracasan a los tres minutos de iniciada la obra y todo debido a Cane, quien lo encuentra y le exige la devolución de su dinero, no sin antes darle una golpiza para garantizar el pago. En las sombras, una figura hace acto de presencia, atraído por las ideas que Marko desarrolla en escena.

Es así como Marko, Una y los actores de planta de la compañía de Cane como Vanja (camarógrafo), Sofija (maquillista), Darinka y Rade (pareja de actores adictos), Dragan (actor), Dzoni y Maks (pareja gay de actores) deciden presentar su espectáculo en varios pueblos alrededor de Belgrado para comprobarse que no estaban equivocados.

Comunidad tras comunidad el resultado es el mismo, la gente se escandaliza y no obtienen el éxito esperado. Se les une en esta aventura un chico transexual llamado Mirko, quien saca de balance a la pareja gay.

Sin dinero, sin provisiones y sin certeza de su porvenir, todo parece perdido pero en realidad es el inicio de algo peor.

Al final de una de sus presentaciones un hombre de edad llamado Franz (Srboljub Milin) corresponsal de guerra, le hace una propuesta que cambiara el curso de los acontecimientos, hasta ahora vividos por la porno banda.

El descenso al infierno da comienzo y uno por uno va encontrando el final de su historia en este falso documental road movie, iniciado el 5 de marzo de 2001 y terminado el 5 de junio de 2002.

El director de esta película se enfoca en contar la anécdota de un hombre treintañero, su búsqueda personal y el camino que se le presenta para conseguirlo. Una travesía en ratos decadente, en ratos optimista, en ratos repugnante, en ratos desesperanzadora y como telón de fondo el gobierno del genocida Slobodan Milosevic, un país devastado por la guerra y en bancarrota, protestas callejeras, manifestaciones y un panorama nada alentador para la creación artística.

Película muy difícil de ver gracias a sus escenas gore y de sexo explícito, pero sobre todo por la incertidumbre que exuda el filme junto con su cuadro actoral, mostrándonos el grado de descomposición social que para nada resulta ajeno a nuestro entorno y esa sensación de estar viendo algo que no deberíamos, pero cuyo mensaje entre líneas queda clavado justo en la memoria del espectador.

Según Marko, “la pornografía es la destrucción espiritual y física de la humanidad” pero según Franz “los verdaderos artistas han de explorar donde otros no se atreverían”.

Caras de una misma moneda que dan un equilibrio a ese ente monstruoso llamado arte.

Alex Juárez, cambio y fuera.*


Título original: Zivot i smrt porno bande
Año: 2009
Duración: 106 min.
País: Serbia
Dirección: Mladen Djordjevic
Guion: Mladen Djordjevic
Fotografía: Nemanja Jovanov
Reparto: Mihajlo Jovanovic, Ana Acimovic, Predrag Damnjanovic, Radivoj Knezevic, Srdjan Jovanovic, Ivan Djordjevic, Bojan Zogovic, Natasa Miljus, Aleksandar Gligoric, Mariana Arandjelovic, Srdjan Miletic

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