"Bajocero", intenso y sorpresivo thriller policiaco de factura ibérica
Por Adriana Chávez Castro.
El traslado de seis presos de alta peligrosidad y una venganza pendiente serán los detonantes para que el director catalán Lluis Quilez desarrolle un muy efectivo thriller de acción que sorprende por la tensión narrativa que consigue y lo poco predecible de sus situaciones.
La historia transcurre durante una fría y lluviosa noche de invierno en la que un policía idealista, recién llegado a una nueva comisaría, recibe la encomienda de llevar a buen destino a un grupo de delincuentes dentro de un camión blindado para ser reubicados en otra penitenciaría.
Con el fin de minimizar el riesgo de ser liberados en complicidad de alguien externo, los reclusos han sido avisados de improviso sobre su traslado, sin embargo, un delincuente aún más despiadado que los mismos reos ya se encuentra al acecho del convoy y hará ver su suerte a los ocupantes con tal de conseguir información valiosa con la cual poder consumar su revancha.
Bajo esa premisa podría parecer que se trata tan sólo de una película de acción, pero conforme transcurren los minutos queda claro que esa es sólo la punta del iceberg de algo aún más elaborado, pues no sólo se cuenta con un guion muy bien pensado, escrito por el propio realizador, en colaboración con Fernando Navarro (Verónica, 2017), sino que también juegan a su favor los demás recursos narrativos.
Javier Gutiérrez, actor galardonado en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián y en los Premios Goya, por cintas como La isla mínima (2014), ofrece en Bajocero (2021), una actuación sobria pero convincente, dando vida a Martín, policía amante de su familia y comprometido con hacer valer la ley por encima de todo.
Pero destacan también las actuaciones de Karra Elejalde (Ocho apellidos vascos, 2014), Luis Callejo (Tarde para la ira, 2016) y en general del resto del elenco, todos cobijados, en mayor o menor medida, por una buena construcción de sus personajes que, pese a tratarse de delincuentes, están llenos de claroscuros y son capaces de aportar efectivos momentos de tensión en situaciones límite, así como de humor y empatía.
La acción se sucede vertiginosa, tanto al interior del autobús como fuera de éste, ambos sitios son en realidad un polvorín a punto de explotar. Los reos se amotinan temerosos de aquello que está ocurriendo al exterior y que no pueden ver, mientras el asaltante que lleva el control de la situación está resuelto a todo con tal de que le sean concedidas sus condiciones.
El rodaje en exteriores se realizó en su mayoría por la noche, en medio de desolados escenarios naturales y largas carreteras rodeadas de árboles y vegetación, entre Madrid y Castilla-La Mancha. La oscuridad y la niebla de estos espacios imprimen en todo momento un escenario amenazante en el que los personajes se encuentran totalmente vulnerables.
En tanto que el interior es un claustrofóbico contenedor blanco como la nieve y provisto de varias celdas capaz de transmitir la sensación de encierro y frío que sienten los personajes en aquella noche de zozobra en la que se pondrá a prueba la capacidad de supervivencia de cada uno de ellos. La luz al interior del camión blindado se apagará al ser cortada, junto con la calefacción, dejando apenas unas tenues lámparas de luz roja que van a acentuar el infierno que ahí se vive. En general la puesta en escena es un trabajo ideado para que las acciones en interiores y exteriores se intercalen de manera precisa y efectiva, mediante un ágil trabajo de montaje.
Por su parte la banda sonora apoya de igual manera la sensación de tensión a lo largo de la trama, a través no sólo de algunos acordes musicales, sino también mediante el uso de silencios que generalmente dan la pauta a nuevas situaciones de peligro, los pasajeros afinan su atención ante, por ejemplo, el sonido de un taladro, balazos, la marcha del motor y demás elementos que les advierten que algo cada vez peor está por ocurrirles. Los sonidos acompañan también momentos como el zumbido de una bala que se ha disparado cerca del oído del protagonista, ensordeciéndolo por momentos junto al espectador.
Se acerca el amanecer y el tiempo apremia, la huida de los pasajeros ahora va contra reloj, el ambiente se vuelve más opresivo y asfixiante y lo peor siempre está por ocurrir. Poco a poco y conforme se acerca el final de la película, las piezas se van acomodando y entonces todo cobra sentido.
Además de la intriga y lo sorpresivo de las situaciones durante el traslado, la historia presenta un impactante prólogo que anuncia ya la violencia y el peligro que se avecinan y concluye con un replanteamiento sobre el deber ser y la fallida aplicación de la justicia. La película formó parte de los estrenos de la plataforma de Streaming Netflix a finales del mes de enero y es en definitiva una estupenda recomendación que seguramente les mantendrá al filo de su asiento.
Título original: Bajocero
Año: 2021
Duración: 106 min.
País: España España
Dirección: Lluís Quílez
Guion: Fernando Navarro, Lluís Quílez
Música: Zacarías M. de la Riva
Fotografía: Isaac Vila
Reparto: Javier Gutiérrez, Karra Elejalde, Luis Callejo, Patrick Criado, Andrés Gertrudix, Isak Férriz, Miquel Gelabert, Édgar Vittorino, Florín Opritescu, Ángel Solo, Àlex Monner, Sebastián Haro
Productora: Morena Films, Amorós Producciones, Televisión Española (TVE), ICIC (Distribuidora: Netflix)
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